Tuesday, October 13, 2009

Monk

Tenía mucho sin publicar pero aquí va. Casi no recordaba la existencia de este blog pero espero publicar algunas cosas nuevamente.



Thelonious Monk
El hombre de los sombreros raros





Un excéntrico, un místico, un desequilibrado, un noble, y una mente de una lógica musical tan genial y única que podría extrañar, e incluso asustar a cualquier desprevenido. Eso escondía aquel tipo de Barba, lentes oscuros y eterna boina, hasta que se sentaba al piano. El sonido de Monk era tan diferente a todo en un tiempo en que el jazz estaba explotando en sótanos llenos de humo y sin embargo estaba tan profundamente enraizado en el Blues que los músicos elegidos no tardaron en reconocer aquel genio que se paraba enfrente de ellos con los ojos cubiertos por unos lentes tan oscuros que casi lo dejaban ciego. Y aún más, los que pudieron se dieron cuenta que tocar con él era otra cosa. Y es que, qué se podía esperar de un tipo balanceándose sobre el piano y aporreándolo como un oso drogado.

La figura de Monk es misteriosa como una de sus piezas. No se sabe mucho de su formación más que empezó a tocar el piano desde muy pequeño y que como muchos otros genios fue esencialmente un autodidacta. Sin embargo este loco empezó a darse a notar a la par de los héroes del Bebop que tocaban en el célebre Minton´s el club de Harlem que les dio a los Boppers algo de la libertad que tanto ansiaban. La libertad de Monk fue afectada cuando le fue negada su licencia de músico (requisito para los negros que tocaban en Nueva York) un par de policías lo arrestaron por posesión de narcóticos compartiendo un auto con su amigo Bud Powell, aún si las drogas eran de Bud. Monk, negándose a delatar a su amigo para recuperar su licencia y también a ir a otra ciudad para trabajar, se convirtió por un tiempo en el mejor secreto de Nueva York por casi toda la primera mitad de los cincuentas. Estudiando en su piano en soledad, salvo por unas cuantas jams, apareciendo en algunas grabaciones y, sobre todo, desarrollando las ideas detrás de la arquitectura de su música. Cuando volvió a la luz con el álbum Brilliant Corners de 1956, sorprendió por igual a los músicos que lo habían extrañado, y a los críticos que no acababan de comprenderlo.

De ahí para delante el genio estaba libre con toda su excentricidad una serie de albumes brillantes y colaboraciones con músicos como Coltrane, (el fantástico Thelonious Monk With John Coltrane de 1957 ), Miles Davis, Art Blakey, Sonny Stitt, Gerry Mulligan, Sonny Rollins y muchos otros. Las composiciones de Monk eran tan intrincadas y sofisticadas que parecían desconcertantes y al mismo tiempo brutalmente honestas como el Blues más tradicional. Sus improvisaciones eran únicas como su forma de tocar. Parecía que Thelonious tiraba la mano en busca del último sonido pensado, la nota más inesperada, la armonía más disonante y lo que iba construyéndose era una red de sonidos tan genial que parecía llevar años en la mente de ese gran loco. Y para los estándares que dejó como Straight No Chaser, Epistrophy, Blue Monk y Round Midnight entre otros tantos, sólo puede decirse que son una completa delicia.
Solo hay que recordar que para escuchar a Monk hay que prepararse para las maravillosas posibilidades de lo inesperado. Y Vale la pena.